Esta preciosa tarta con crema de fresas, es ideal para cualquier celebración o para sorprender a alguien especial.
Está formada por dos capas de bizcocho rellenas con una deliciosa crema de fresas, elaborada con muchas fresas frescas, nata y queso mascarpone y una cobertura preparada con fresas y azúcar.
Requiere un poco de trabajo, elaborando los bizcochos, preparando la crema de relleno y la cobertura y haciendo el montaje, pero el resultado vale la pena.
Para que no te lo pienses, puedes dividir el proceso de elaboración en dos días y preparar el bizcocho el primer día y al siguiente hacer el relleno y montar la tarta.
El bizcocho es muy esponjoso y con un suave sabor a vainilla y la crema de relleno tiene un delicioso sabor a fresa y una textura sedosa que se funde con el bizcocho en cada bocado.
La próxima vez que pienses en una tarta para una celebración o quieras darte un capricho, ponte manos a la obra con esta tarta con crema de fresas.
Precalienta el horno a 160ºC con calor arriba y abajo.
Tamiza la harina de trigo y la harina fina de maíz. Reserva.
Para esta receta he usado un molde desmontable de 20 cms, puse papel de hornear en la base y engrase los laterales.
Bate los huevos y el azúcar durante 10 minutos, hasta que hayan duplicado su volumen. Este paso hace tengamos un bizcocho muy esponjoso, sin tener que añadir levadura química.
Incorpora las harinas y bate lo justo para que se integren.
A la mantequilla fundida y fría, añade un par de cucharadas de la masa del bizcocho y mezcla.
A continuación, agrega está mezcla a la masa del bizcocho e incorpórala con movimientos envolventes, hasta que se integre por completo.
Pon la masa en el molde y hornea de 20 a 25 minutos, hasta que esté hecho el bizcocho y tenga un ligero color dorado.
Retira el bizcocho del horno, déjalo reposar 5 minutos y luego desmóldalo. Ponlo sobre una rejilla para que termine de enfriarse.
PREPARACIÓN CREMA DE FRESAS:
Mezcla la gelatina en polvo con un par de cucharadas de agua y déjala reposar 5 minutos para que se hidrate.
Tritura las fresas y el azúcar hasta obtener un zumo denso, puedes usar la batidora de mano, la batidora de vaso o el robot de cocina.
Calienta la gelatina en el microondas o al baño María, hasta que se funda, pero sin que llegue a hervir.
Añade un poco del zumo de fresas a la gelatina (alrededor de media taza) y mezcla hasta que se integren.
A continuación, incorpora la gelatina al zumo de fresa y mezcla con movimientos envolventes. Reserva a temperatura ambiente.
Bate la nata que debe estar muy fría, usando la batidora eléctrica y cuando forme ondas suaves incorpora el queso mascarpone y mezcla nuevamente.
Incorpora poco a poco la mezcla de nata y queso al zumo de fresas, usando una espátula y con movimientos envolventes, hasta que estén completamente integrados. Reserva a temperatura ambiente.
MONTAJE DE LA TARTA:
Cuando el bizcocho esté frío, córtalo en dos capas usando una lira o un cuchillo. Yo he dividido la masa del bizcocho en dos moldes y he horneado dos bizcochos, así me ahorro el proceso de partirlo.
Para el montaje, necesitas el mismo molde desmontable que usaste para hornear el bizcocho y unas láminas de acetato, que pondremos en los laterales.
Las láminas de acetato las usamos, porque la tarta tendrá una altura mayor a la del molde. Mi molde tiene 7 centímetros de altura y la tarta una vez terminada tenía 10 centímetros de altura.
Una vez tienes el molde listo con las láminas de acetato, pon una de las mitades del bizcocho en la base.
Inmediatamente después, coloca la mitad de la crema de fresas y alisa la superficie con una espátula.
Luego coloca la otra mitad del bizcocho y cubre con el resto de la crema de fresas.
Alisa la superficie con una espátula y lleva a la nevera media hora.
Mientras tanto, vamos preparando la cobertura.
COBERTURA:
Hidrata la gelatina de la cobertura con una cucharada de agua. Reserva.
Pon en una cazuela a fuego medio las fresas partidas en mitades y el azúcar.
Cuando las fresas estén casi deshechas, retira del fuego.
Tritura la mezcla, si prefieres que no te aparezcan trozos de fresas.
Añade la gelatina y mezcla para que se funda con el calor de las fresas. Deja enfriar ligeramente.
A continuación, saca la tarta de la nevera y pon la cobertura en la superficie. No debe estar caliente, para que no funda la capa de crema de fresas.
Alisa la superficie con una espátula y lleva nuevamente a la nevera, hasta el momento de servir.
Para desmoldar, separa el aro y retira cuidadosamente las láminas de acetato.
Puedes decorar la tarta con fresas partidas a la mitad y ya puedes disfrutar de esta fabulosa tarta con crema de fresas.
MIS RECOMENDACIONES:
Puedes preparar el bizcocho el día anterior y guardarlo en la nevera envuelto en film o en una bolsa para uso alimentario. También te será mucho más fácil cortarlo, si lo has preparado con anterioridad.
Ten en cuenta que una vez hayas preparado la crema de fresas, debes hacer el montaje de la tarta con cierta rapidez, para no dar tiempo a que gelifique la crema.
Las láminas de acetato puedes comprarlas en tiendas de utensilios para repostería y tienen la ventaja de que puedes reutilizarlas muchas veces.
Puedes prescindir de las láminas de acetato, usando un molde más grande que el que yo he utilizado para la receta (24 ó 26 centímetros), pero ten en cuenta que las capas tanto del bizcocho como del relleno te saldrán más bajas.
Si te sobra tarta, puedes guardarla en la nevera en un recipiente hermético, se conservará perfectamente un par de días.
Si tienes cualquier duda sobre esta receta, puedes escribirme. Debajo de la receta encontrarás la sección de comentarios, estaré encantada de responderte.
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