El tiramisú es una de las recetas italianas de repostería más reconocida en el mundo, además es un tipo de postre suave, y ligero que nos encanta a todos.
El tiramisú no es una receta tradicional, sino que sus orígenes son recientes, sobre mediados del siglo XX. Al parecer procede la región del Véneto al norte de Italia. El nombre tiramisú proviene del véneto tiramesú, que significa «tráeme arriba», por lo que haría referencia a su capacidad nutritiva y vigorizante, para levantar el ánimo de quién lo consume, pero otros van más allá y hablan de sus presuntos efectos afrodisíacos.
Lo que todos tenemos claro, es que es un postre delicioso. Su preparación es relativamente sencilla y admite muchas variaciones, pero el resultado siempre es exquisito. Hoy quiero compartir una versión especial de esta receta: Tiramisú con Baileys.
En esta receta de tiramisú no utilizaremos café, así que la pueden disfrutar las personas que por cualquier razón no puedan consumirlo. Tiene un un extra, que marca la diferencia en el sabor del postre, lleva Baileys (crema irlandesa de whisky) que le da un toque diferente y delicioso y también daré una sencilla opción, para que los más pequeños de la casa puedan disfrutar del postre, pero sin licor.
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(10-12 porciones)
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1. Separamos las yemas de las claras.
2. En un bol batimos las yemas con 100 gramos de azúcar hasta que estén cremosas y hayan aumentado su volumen, esto podemos hacerlo a mano o utilizando la batidora eléctrica.
3. Con ayuda de una espátula, batimos el queso mascarpone hasta que esté cremoso y lo agregamos a la mezcla de yemas y azúcar. Continuamos batiendo hasta que se haya integrado completamente y tenga una consistencia cremosa y uniforme. Adicionamos la cucharadita de vainilla y mezclamos nuevamente. Reservamos en la nevera.
4. Batimos las claras a punto de nieve, para esto es imprescindible utilizar la batidora de varillas, aunque yo conozco alguna repostera, con tanta fuerza y habilidad como para hacerlo a mano y obtener excelentes resultados.
5. Para lograr que las claras se monten correctamente, la batidora debe estar completamente limpia y libre de cualquier rastro de grasa, al igual que el recipiente que vamos a utilizar. Así que si ya la hemos utilizado para batir las yemas y el queso mascarpone, la limpiamos convenientemente para continuar con nuestra preparación.
6. Agregamos una pizca de sal a las claras y comenzamos a batir, cuando ya hayan aumentado su volumen y empiecen a tener consistencia (esto lo sabemos porque se marcan ondas con la batidora en la superficie de la mezcla), añadimos poco a poco, los 50 gramos de azúcar. Batimos varios minutos más, hasta que las claras estén muy compactas.
7. Sacamos de la nevera la mezcla de yemas y mascarpone y le agregamos las claras, no de una sola vez, sino la dividimos en dos o tres partes y las mezclamos utilizando una espátula y con movimientos envolventes de arriba hacia abajo. Esto hace que se mantenga el volumen de las claras y que al unirse todos los ingredientes, nos quede una mezcla muy esponjosa. Llevamos nuevamente a la nevera.
8. Mezclamos la leche con el Baileys y la ponemos en un plato o una fuente, lo suficientemente amplia, para que podamos humedecer los bizcochos de huevo.
9. Tomamos la fuente o refractaria que vayamos a utilizar para el tiramisú, generalmente se utiliza una rectangular, pero podemos utilizar cualquiera que tengamos en casa y simplemente trocear los bizcochos para adaptarlos a la forma de la fuente o molde.
10. Vamos tomando de uno en uno los bizcochos de huevo, les damos un par de vueltas sobre nuestro plato con la mezcla de leche con Baileys, para que se humedezcan convenientemente y los vamos distribuyendo por el fondo de la fuente hasta que la hayan cubierto completamente.
11. Para preparar una opción para los niños que no incluya el licor, puedes mezclar la leche con vainilla y remojar en ella los bizcochos.
12. Sacamos de la frigorífico nuestra mezcla con mascarpone y ponemos una capa que cubra toda la superficie de los bizcochos.
13. Repetimos la operación, humedecemos más bizcochos y ponemos una capa sobre la mezcla de mascarpone, y terminamos nuevamente con una generosa capa de mascarpone y repetimos hasta terminar.
14. Llevamos el tiramisú a la nevera y lo dejamos un mínimo de tres horas, para que se enfríe y se integren los sabores de los bizcochos humedecidos con Baileys y el mascarpone. Estará aún mejor, si lo preparamos el día anterior y lo dejamos reposar más tiempo en la nevera.
15. Al momento de servir, espolvoreamos el cacao en polvo por la superficie, ayudándonos de un colador, para que quede uniformemente distribuido por la superficie o añadimos el chocolate rallado de nuestra elección y ya podemos disfrutar de un delicioso tiramisú con Baileys.
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Este tiramisu con baileys debe ser un bocado exquisito!! a mi me encanta el clásico, pero este tengo que probarlo!! Bs.
Julia
Julia, gracias por pasarte a ver mis recetas. Esta versión del tiramisú te va a encantar, el toque que le da el Baileys es fantástico, te recomiendo que lo pruebes. Besitos