El verano ya casi termina y todos estamos de vuelta de nuestras vacaciones, mucho más relajados que cuando nos fuimos y con buenos recuerdos de los momentos que disfrutamos. Para mí ha llegado el momento de preparar nuevas recetas y para endulzar la vuelta, he preparado una carlota de peras y crema de vainilla.
La carlota es un postre de origen francés, que se caracteriza, porque se forra el interior de un molde con bizcochos de soletilla y se rellena con crema pastelera o crema bávara y por lo general, se le agregan trozos de fruta.
Para elaborar este postre, comenzaremos por preparar los bizcochos de soletilla (aunque también podéis comprarlos, lo que convertiría esta receta en un postre sin horno), pero os aseguro, que vale la pena prepararlos en casa, porque además de ser muy fácil, el sabor y textura final de los bizcochos no tiene nada que ver con las marcas comerciales.
También escalfaremos las peras, que es una tarea muy sencilla. Consiste en cocerlas en un almíbar al que agregaremos especias a nuestro gusto (lo veréis en el listado de ingredientes) y así tendrán un fantástico sabor. Para el relleno prepararemos una crema bávara o Bavaroise, con un delicioso sabor a vainilla y una textura muy agradable al paladar.
La combinación de los bizcochos de soletilla preparados en casa, con un relleno de crema bávara y trozos de peras escalfados con especias, hacen de este postre una auténtica delicia, con la que os luciréis en cualquier celebración. Esta carlota de peras y crema de vainilla, la preparé para celebrar el cumpleaños de mi hijo y el éxito fue total.
Aunque puede parecer un poco laboriosa por los pasos a seguir, os aseguro que el resultado final valdrá la pena, así que no dudéis en probarla.
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Para preparar la carlota, necesitamos forrar con bizcochos de soletilla, las paredes y la base de un molde redondo, yo he usado uno de 18 cms. Es preferible que el molde sea desmontable, ya que esto facilitará el desmoldado de la carlota. Por tanto, vamos a preparar dos tiras de bizcochos para cubrir las paredes del molde y una base redonda.
1. Para que los bizcochos nos queden iguales, dibujamos sobre una hoja de papel de hornear, dos rectángulos de 25 centímetros de largo y 8 centímetros de ancho y sobre otra hoja, dibujamos un círculo de 15 centímetros.
2. Precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 175ºC (350ºF)
3. Para preparar los bizcochos de soletilla, comenzamos separando las claras de las yemas.
4. Las yemas las mezclamos con la mitad del azúcar, hasta que estén cremosas y hayan aumentado su volumen. Reservamos.
5. En otro recipiente, ponemos a las claras una pizca de sal y comenzamos montarlas. Vamos agregando poco a poco el resto del azúcar y batimos hasta que estén brillantes y firmes.
6. Agregamos la mezcla de yemas y azúcar a las claras montadas y mezclamos con una espátula con movimientos envolventes y suaves.
7. A continuación, agregamos la mitad de la harina previamente tamizada y continuamos mezclando con movimientos envolventes. Cuando se haya integrado, agregamos el resto de la harina y mezclamos nuevamente, hasta que tengamos una masa homogénea.
8. Ponemos la mezcla en una manga pastelera con boquilla lisa, damos la vuelta a las hojas en las que dibujamos los rectángulos y comenzamos a poner tiras de la masa del ancho del papel, dejando el mínimo espacio entre una y otra. Al hornearse se unirán y formarán la lámina de bizcocho con la que cubrimos la pared del molde.
9. Hacemos lo mismo con el círculo, damos la vuelta a la hoja y haciendo una espiral rellenamos el círculo con la masa.
10. Con ayuda de un colador, espolvoreamos una capa de azúcar las sobre la masa de los rectángulos y el círculo y los llevamos al horno de 8-10 minutos.
11. Cuando estén listos, los sacamos del horno, les damos la vuelta sobre una rejilla u otra lámina de papel, retiramos con cuidado la hoja sobre la que se hornearon y los dejamos enfriar por completo.
12. Los bizcochos de soletilla deben quedar con un ligero color dorado por fuera y tiernos por dentro.
1. Tomamos dos peras de las que hemos escalfado (o sea cuatro mitades), las retiramos del almíbar y las trituramos. Las colamos para eliminar las semillas y reservamos.
2. Calentamos la leche con la vainilla y retiramos del fuego antes de que hierva.
3. Con una batidora eléctrica, batimos las yemas y el azúcar hasta que estén muy cremosas y hayan aumentado su volumen.
4. Vertemos poco a poco la leche caliente sobre la mezcla de yemas y azúcar, sin parar de revolver.
5. Calentamos nuevamente esta mezcla a fuego suave, revolviendo continuamente hasta que espese, sin dejar que hierva. Retiramos del fuego.
6. Preparamos la gelatina en polvo, siguiendo las indicaciones del fabricante, pero usando una cantidad mínima de agua. Para los 20 gramos de la receta, utilicé 50 mililitros de agua. Cuando ya está disuelta, la agregamos a la crema caliente y mezclamos para que se integre. Dejamos templar.
7. Cuando la crema se ha enfriado un poco, le agregamos el puré de peras que preparamos con las dos peras escalfadas. Mezclamos con una espátula, hasta que se integre.
8. A continuación, montamos la nata (crema de leche) y la agregamos con movimientos envolventes a la crema. Reservamos.
1. Retiramos las peras escalfadas del almíbar y las secamos con papel de cocina. Las partimos en láminas y reservamos unas cuatro mitades, para decorar.
2. Forramos la base y las paredes del molde con film plástico de cocina o papel de hornear o también podemos usar unas láminas de acetato para las paredes del molde.
3. A continuación, ponemos las láminas de bizcochos de soletilla y las acoplamos en las paredes del molde y recortamos la parte sobrante. Lo mismo hacemos con el disco de bizcocho de la base. Una buena idea es remojar la base del bizcocho con un poco del almíbar en que cocimos las peras.
4. Una vez tenemos forrado el interior del molde con los bizcochos de soletilla, llenamos hasta la mitad con la crema de vainilla y a continuación cubrimos con una capa doble de láminas de peras escalfadas.
5. En seguida, cubrimos con el resto de la crema de vainilla, hasta el borde de los bizcochos y llevamos a la nevera entre dos y cuatro horas.
6. Al momento de llevar la carlota a la mesa, la desmoldamos con cuidado y la decoramos con las peras escalfadas que habíamos reservado y con algunas frambuesas o fresas.
7. Al servir las porciones, podéis poner un par de cucharadas del almíbar de las peras sobre el bizcocho, lo que le dará jugosidad y un plus de sabor y ya podéis disfrutar de esta deliciosa receta de carlota de peras y crema de vainilla.
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