Ha llegado la Navidad, sin duda una de mis épocas favoritas y este año tenía la idea de hacer mis propias galletas decoradas, para poner en el árbol de Navidad y también para regalar a los amigos y disfrutar en casa con la familia y las visitas, que no suelen faltar en esta temporada del año. Así que después de ponerme manos a la obra, con este maravilloso mundo de las galletas decoradas, os traigo la receta de galletas decoradas para Navidad.
Si nunca lo habéis hecho, no os preocupéis. Decorar galletas no es difícil y el resultado vale la pena y como siempre, os explico el paso a paso, para que podáis hacerlo en casa. Yo hice el año pasado un curso muy bonito de galletas decoradas, con Julia de Postreadicción y fue una experiencia fantástica que os recomiendo totalmente.
La receta de las galletas que vamos a preparar hoy, es la que aprendí con Julia y es la misma que aparece en su libro y en su blog. Son una galletas de mantequilla absolutamente deliciosas, así que vale la pena probarlas.
En cambio la receta de la glasa, es una genérica que aparece en varios libros, blogs e Internet y es muy fácil de preparar, ya que sólo necesitamos claras de huevo y azúcar glas. Me he decidido por esta receta, porque es la más sencilla y da muy buen resultado.
Al final, con un poco de tiempo y paciencia, tendréis unas deliciosas galletas de mantequilla, decoradas con una bonita capa de glasa, que pondrán un toque original y alegre en vuestro árbol de Navidad y serán también, un delicioso bocado para deleitarse en estas fechas tan especiales.
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1. Para batir la mantequilla, si tenéis robot de cocina podéis usar la pala plana, en caso contrario, podéis usar una batidora eléctrica convencional, aunque os puede costar un poco más, pero puede hacerse.
2. Batimos la mantequilla a velocidad baja, hasta que esté suave, pero hay que tener cuidado de no batirla en exceso. Mientras lo hacemos, nos vamos ayudando con una espátula, para retirar de las paredes la mantequilla que se vaya adhiriendo al recipiente.
3. En cuanto se haya suavizado la mantequilla, vamos añadiendo el azúcar en polvo por cucharadas y seguimos batiendo con suavidad.
4. A continuación añadimos poco a poco el huevo y la yema, ligeramente batidos, y también la cucharadita de esencia de vainilla y seguimos batiendo a baja velocidad.
5. En seguida, comenzamos a añadir la harina, también a cucharadas y continuamos batiendo a velocidad mínima, hasta que se hayan integrado bien los ingredientes y comience a formarse una bola.
6. Dejamos de batir, recogemos lo que haya podido quedar en las paredes del recipiente y amasamos ligeramente con las manos, para asegurarnos que están perfectamente incorporados todos los ingredientes y ponemos la masa sobre un papel de hornear. Con las manos le damos forma redondeada y un poco alargada y la partimos en dos trozos iguales.
7. Ponemos cada trozo de masa sobre papel de hornear, la aplanamos un poco hasta darle forma rectangular y le ponemos otro papel de hornear encima y con un rodillo, estiramos la masa hasta que tenga un grosor de alrededor de 6 mm.
8. Es muy importante que la masa tenga el mismo grosor en toda la superficie, para que las galletas se horneen de forma uniforme y deben quedar un poco gruesas, para que tengan suficiente consistencia para manipularlas y sostener el peso de la glasa. Para lograr que toda la masa tenga el mismo grosor existen varias opciones, una es utilizar un rodillo graduable, pero como no todos lo tenemos en casa, podemos usar un rodillo normal y poner unas guías a lado y lado de la masa, por ejemplo una tablillas de madera o un par de revistas que tengan alrededor de 6 mm de altura e ir pasando el rodillo sobre la pasa, pero con los bordes apoyados sobre nuestra guía hasta que todo la masa tenga la misma altura. Yo he usado la opción de las tablillas y me ha funcionado perfectamente.
9. Hacemos esta operación con los dos trozos de masa, los ponemos uno sobre otro, en una bandeja que podamos llevar a la nevera, teniendo cuidado para que no se doblen. Cada trozo de masa, debe ir con ambas capas de papel de hornear (por arriba y por abajo, tal y como los amasamos) y los dejamos en la nevera como mínimo dos horas.
10. Pasadas las dos horas, sacamos uno de los trozos de masa, con cuidado lo ponemos en una bandeja, retiramos la capa superior de papel de hornear y empezamos a cortar las galletas con el cortador que hayamos elegido y las vamos disponiendo sobre la bandeja que vamos a llevar al horno. Si vamos a preparar galletas para colgar en el árbol de Navidad, necesitamos hacer un orificio por donde pasaremos la cinta o cuerda para colgarlas, esté lo podemos hacer usando una pajita de plástico (pajilla o pitillo) de las que se usan para las bebidas. Presionamos la pajita sobre la masa y quedará el orificio hecho y la masa irá quedando en el interior de la pajita.
11. Es importante, que las galletas que pongamos en la bandeja sean del mismo tamaño, para que el horneado sea uniforme. Así que si vamos a utilizar diferentes modelos de cortagalletas es mejor hornearlos por tandas. Una vez tenemos las galletas cortadas, volvemos a llevar la bandeja a la nevera alrededor de 15 minutos.
12. Mientras se enfrían las galletas cortadas, precalentamos el horno a 180ºC (350 ºF) con calor arriba y abajo.
13. Pasados los 15 minutos, ponemos la bandeja con las galletas en la parte media del horno, por espacio de 10 a 12 minutos. El tiempo de horneado puede variar un poco dependiendo del tamaño de la galleta. Pero la mejor manera de saber que las galletas ya están listas, es cuando los bordes comienzan a ponerse ligeramente dorados, en ese momento hay que sacarlas del horno.
14. Después de sacar las galletas del horno, debemos ponerlas sobre una rejilla, para que se enfríen de forma uniforme. Hay rejillas de enfriamiento especiales para galletas, pero si no tenéis una a mano, podéis usar por ejemplo la rejilla del horno, que debe estar fría. Recordad que las galletas las horneamos sobre la bandeja del horno.
15. Las galletas se deben dejar enfriar un mínimo de dos horas, para que se puedan decorar sin que vayan a romperse. Aunque lo ideal es hacerlas la tarde anterior y dejarlas reposar toda la noche y al día siguiente estarán perfectas para empezar a decorarlas.
1. Tamizamos el azúcar glas. Para preparar la glasa es muy importante que el azúcar glas, sea industrial, el que podemos comprar en un supermercado o tienda de productos de repostería, no vale el que preparamos en casa.
2. Comenzamos a batir las claras y cuando estén ligeramente espumosas, comenzamos a agregar poco a poco el azúcar glas, hasta terminar. Batimos hasta que el azúcar se haya integrado completamente y la mezcla forme picos que no se caen de las varillas de la batidora, la consistencia ideal, debe ser similar a la crema dental. Hay que tener en cuenta, que las claras no crecerán como cuando las batimos a punto de nieve.
Una vez están frías las galletas y tenemos lista la glasa, podemos empezar a decorar las galletas. Para hacerlo utilizaremos dos texturas de glasa:
1. Glasa de delineado: es la glasa tal y como queda después de haberla preparado, con consistencia similar a la crema dental. La pondremos en una manga o biberón con boquilla pequeña, la mía era número dos(las podéis comprar en cualquier tienda de artículos de repostería) y con ella delineamos todo el contorno de la galleta. Este delineado impedirá que cuando pongamos la glasa de relleno se desborde. Lo dejamos secar entre 30-40 minutos y a continuación pondremos la glasa de relleno.
2. Glasa de relleno: separamos un poco de la glasa de delineado y le comenzamos a añadir poco a poco agua, pocas gotas cada vez y mezclamos bien, hasta que va obteniendo una consistencia más diluida. Sabremos que está en su punto, cuando al tomar una cucharadita de glasa y hacer una cruz sobre la superficie de la glasa en el mismo recipiente, tarde alrededor de 6 segundos en fundirse con el resto.
La glasa la podemos poner con ayuda de un biberón o de una cucharilla y no debemos llenar el 100% de la superficie, sino que vamos poniendo la glasa en forma de zig zag y la ayudamos a repartir con ayuda de un palillo, si nos hace falta, ponemos un poco más de glasa, hasta que toda la superficie esté cubierta. Dejamos secar las galletas sobre una rejilla, preferiblemente hasta el día siguiente para asegurarnos que la glasa ha endurecido completamente.
3. Glasa coloreada: para darle color a la glasa, podéis usar colorantes en gel, es preferible darle color cuando tiene la consistencia de delineado. Así nos aseguramos, que tanto la glasa de delineado, como la de relleno tengan el mismo color. Como el colorante en gel viene muy concentrado, hay que agregarlo muy poco a poco, con la punta de un palillo humedecido en el colorante, iremos mezclando la glasa poco a poco, hasta obtener el color deseado y luego para preparar la glasa de relleno, le agregaremos las gotas de agua, como expliqué en el punto anterior.
Cómo podéis ver en las fotos utilicé glasa blanca y roja para darle un toque de color. Algunas galletas las dejé al natural y simplemente puse en el borde puntitos de glasa blanca o roja. Otras galletas las rellene completamente con glasa blanca o roja y a algunas les puse en el borde puntitos de glasa. A unas galletas de corazón, le puse una ramita de acebo, con la glasa roja hice los frutos y con colorante color verde pinté las hojas.
Una vez se ha enfriado completamente la glasa, le ponemos la cinta a las galletas que vamos a poner en el árbol y ya estarán listas para colgarlas.
También podéis preparar galletas navideñas con sabor a chocolate, consultando mi receta de galletas de chocolate para Navidad.
Si queréis más recomendaciones para Navidad, os invito a ver:
También puedes darle un vistazo al índice alfabético y escoger la receta que más te guste, entre bizcochos y tartas, postres sin horno, galletas y muffins, helados y otros dulces.
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Decorar galletas en navidad es una de las tareas mas divertidas que existen en estas fechas ya que se trata de una tarea familiar donde nos acercamos a nuestros prójimos, hablamos y nos reimos. Además este tipo de galletas son muy faciles de hacer y contienen ingredientes que todos tenemos en nuestras casas.
Hola Nuria,
Hacer galletas en Navidad es un auténtico placer y a los niños les encanta.
Saludos,
Ángela